
Resumen
La corrosión: el mayor temor de un propietario de barcos, pero también uno de los más incomprendidos. Las cinco formas más prevalentes: galvánica, corriente errante, oxidativa, ambiental y por grietas deben ser comprendidas para tomar las medidas correctas para prevenir o solucionar con éxito un problema identificado.
Acerca de
Galvánica
Todos los metales tienen un potencial eléctrico cuando están sumergidos en agua salada (electrolito). La corrosión galvánica ocurre cuando dos metales disímiles están conectados, ya sea físicamente o a través de una conexión eléctrica dentro del mismo electrolito. Llamada celda galvánica, el metal más activo (ánodo) se sacrificará para proteger el metal más noble (cátodo). Por ejemplo, una hélice de bronce en un eje de acero inoxidable se sacrificará para proteger el eje. Protegerse de esta forma de corrosión es esencialmente el trabajo de los ánodos. Al introducir un metal más activo o “anódico” en la celda galvánica, se determina el ánodo de sacrificio.
Corriente errante/Electrolítica
La corrosión electrolítica, o por corriente errante, es una actividad de corrosión inducida por la presencia de corriente eléctrica errante. La fuente y el tipo de corriente eléctrica generalmente determinan el tipo de daño encontrado. Típicamente, la corriente continua es la culpable de la corrosión agresiva, causando una rápida disipación del ánodo y/o efectos de corrosión devastadores en períodos cortos de tiempo. Los culpables comunes son fallos de aislamiento en el cableado o en los electrodomésticos, fugas a tierra de dispositivos como bombas de achique y alternadores o externamente a través de la conexión de energía de la costa cuando el aislamiento galvánico no está instalado o no funciona correctamente. Un buen mantenimiento y un alto estado eléctrico son necesarios para prevenir esta acción. Sin embargo, no siempre es previsible, por lo que se debe buscar la asistencia de un experto para diagnosticar y rectificar correctamente este problema antes de que se convierta en un episodio costoso y desgarrador.
Oxidativa
La corrosión oxidativa, también conocida como corrosión superficial, ocurre cuando una superficie metálica desnuda reacciona con el oxígeno, causando una reacción local y corrosión en la superficie. La corrosión galvánica y la causada por corriente errante también pueden agravar esta reacción, y metales como el bronce y el aluminio son particularmente vulnerables. La mejor protección contra la corrosión oxidativa es el uso de recubrimientos, aislando el sustrato del oxígeno y previniendo así la reacción.
Grieta
La corrosión por grietas es una forma muy específica de corrosión que afecta particularmente al acero inoxidable. El acero inoxidable no se corroe como los metales comunes debido a la formación de una capa adherente de óxido de cromo en la superficie del metal, que protege el metal de la corrosión. Sin embargo, este revestimiento solo puede formarse en presencia de oxígeno. Las pequeñas grietas que no permiten la exposición al oxígeno, pero permiten la entrada de humedad, resultan en la ruptura del revestimiento protector y permiten que el acero inoxidable se corroe. Esto se observa comúnmente entre las roscas de tuberías, tubos de popa y bajo las cabezas de pernos.
Ambiental
La corrosión también puede agravarse y/o ser causada por múltiples factores ambientales, como la temperatura del agua, la humedad, la exposición al oxígeno y la salinidad. Comprender estos diferentes factores y cómo pueden estar contribuyendo a su problema de corrosión le ayudará a tomar las medidas adecuadas para protegerse contra la corrosión.
Entonces, ¿cómo puede minimizar la corrosión? Los principales métodos incluyen ánodos, recubrimientos, buen mantenimiento y aislamiento de la energía en tierra (aislador galvánico). En primer lugar, el uso de ánodos de sacrificio controlará el riesgo de corrosión galvánica. Comprender qué metales está protegiendo le permitirá seleccionar el ánodo correcto. Un ánodo incorrecto puede resultar en una subprotección (corrosión galvánica) o en una sobreprotección, lo que provocará un mal rendimiento del recubrimiento y posiblemente la falla del recubrimiento (un proceso llamado despegado catódico). Marine Protection Systems (www.marineprosystems.com) es una empresa que entiende la importancia de la selección de ánodos para garantizar la mejor eficiencia y rendimiento.
El uso de una pintura o recubrimiento para proteger el metal, aislando esencialmente el metal del oxígeno y el electrolito. Los recubrimientos metálicos de calidad para entornos submarinos, como Propspeed, reducen el riesgo de corrosión aislando eléctricamente el metal y limitando los intercambios entre los iones y los gases contenidos en el agua y el metal. En resumen, si no puede ocurrir una reacción, ¡no habrá corrosión! Combinar un excelente recubrimiento con el ánodo adecuado garantizará una protección catódica eficiente y el mejor rendimiento y durabilidad del recubrimiento.
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